domingo, 10 de abril de 2011

"El desarrollo estabilizador"

desde 1941, al iniciarse el sexenio de Ávila Camacho, el estado toma la decisión de dar el giro e iniciar ya un cambio significativo en la política económica y comienza, por lo tanto, a promover, con diferentes medidas, el desarrollo industrial del país. Ciertamente las primeras formulaciones gubernamentales en ese sentido se hicieron durante el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas (1936-1940), pero fue Ávila Camacho quien pudo imprimir un vigoroso impulso a la industrialización.
El cambio de modelo económico no se dio de manera intempestiva o fortuita. México exportaba por estos años cantidades considerables de productos agrícolas y de materias primas extractivas, exportaciones que aumentarían al verse la economía norteamericana sometida a los ritmos y requerimientos derivados de su participación en la Segunda Guerra Mundial. El sector primario había respondido con bastante eficiencia ante esta demanda y todo indicaba que lo seguirían haciendo. Más tarde, incluso, la colaboración de este sector se dio mediante le envío de miles de campesinos de todo el país que fueron a trabajar legal y directamente a los campos norteamericanos.
Por otro lado, las divisas producidas por las exportaciones mexicanas, que eran las que venían financiando las importaciones de bienes de consumo, significaban un recurso significativo para impulsar, ya no la importación de bienes, sino su producción interna. Una planta industrial encaminada a sustituir dichas importaciones, se pensó, fortalecería la economía nacional y le daría ciertas ventajas para el futuro.
Como han señalado dos importantes historiadores del México contemporáneo, tales circunstancias coincidieron con una idea fija en los gobiernos post cardenistas: primera era necesario producir la riqueza, después se repartiría. A partir del gobierno de Miguel Alemán (1946-1952) el impulso industrializador fue aún mayor y se depositaba en la industria la esperanza de la creación masiva de riqueza, que se ser repartida, conseguiría avances sin precedentes en el desarrollo nacional. Estas ilusiones basadas en los principios doctrinarios de las teorías económicas en boga, también servirían después para dar sustento a la mayor intervención del estado como rector de la economía y como tal, inhibidor de los fenómenos desestabilizadores en la misma.

"El Maximato"

El maximato fue un periodo histórico y político dentro del desarrollo de México que va de 1928 a 1934. Este período debe su nombre a Plutarco Elías Calles, quien era conocido como El jefe máximo de la Revolución. Elías Calles sólo fue presidente en el periodo 1924-1928, pero en los seis años siguientes, se sucedieron tres presidentes, todos ellos subordinados en menor o mayor medida a los intereses y políticas del ex presidente. Los presidentes, y sus respectivos mandatos, son los siguientes :
  • Emilio Portes Gil (1928-1930), designado por el Congreso para sustituir al presidente electo Álvaro Obregón, asesinado antes de asumir el cargo.
  • Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), electo para completar el periodo.
  • Abelardo L. Rodríguez (1932-1934), sustituto de Ortiz Rubio quien renunció al cargo.
La influencia del ex presidente llegó a su fin cuando Lázaro Cárdenas del Río lo expulsó del país en 1936, luego de haber sido electo presidente en 1934.

domingo, 3 de abril de 2011

Dato: Importantes caudillos de la Revolución

Como bien sabemos, los caudillos eran personajes que inspiraban al pópulo a depositar todas sus expectaticvas de índole social, política y económicas en ellos; el pueblo confiaba en su juicio y racicionio y era eso -las esperanzas que el mismo caudillo les rbindaban- lo que les mantenía en un estado de fe casi absoluta y de apoyo incondicional hacia el personaje en cuestión.
     Cabe mencionar que teníamos dos tipos -o variantes- de caudillos:
  • Los caudillos populares: que emergían del pueblo mismo; que conocían la situación de la gente y, por tanto, entendía mejor que nadie cómo era la otra cara de la moneda, la cara de la marginación.
  • En un polo total y absolutamente distinto, teníamos a los caudillos aristócratas, que emergían de la clase alta proclamando nuevas doctrinas económicas que tomaban de las utopías europeas. Entre ellos teníamos a Madero y Carranza; niños ricos que criticaban la sociedad porque leían que podía haber una mejor, pero que cuando se topaban con la sociedad misma en toda su magnificencia...¿dónde quedaban las miles de letras leídas? (Cabe mencionar que estoy haciendo una crítica indirecta a Madero).
En fin, a continuación les paso unas breves biografías de dos caudillos: uno popular y uno aristócrata; Doroteo Arango (Pancho Villa) y Francisco I. Madero, respectivamente.

*Por cierto, me parece oportuno el sugerir una película mexicana en la que podemos ver el machismo de Villa en todo su esplendor: "Entre Pancho Villa y una mujer desnuda". Quizá les sirva para bajar del pedestal a algunos personajes que pasaron a las Historia por el simple hecho de estar en el lugar indicado y en el momento preciso.


Publicado por: María José T. Herrera